La fiesta del Carmen 2019 en Andalucía

La virgen del Carmen

El 16 de julio se celebra en Andalucía una de las fiestas estivales con mayor protagonismo, fundamentalmente, en sus localidades costeras: las fiestas en honor a la Virgen del Carmen.

Orígen

Según cuenta la historia, un grupo de religiosos de Tierra Santa se instaló en el Monte Carmelo y construyó la primera iglesia dedicada a Santa María del Monte Carmelo. Estos religiosos fueron el origen de la Orden de los Carmelitas y su devoción por la Virgen permitió el nacimiento del culto a Nuestra Señora del Carmen. Cuenta la leyenda que se celebra el 16 de Julio porque Simón Stock, superior de la orden, le pidió a la Virgen del Carmen una señal de su protección. Un 16 de julio la Virgen se le apareció con un escapulario y le dijo: “Esta es la señal de protección que te traigo. Todo aquel que muera llevando este santo escapulario, no verá las llamas del infierno.” Desde entonces ese día se rinde homenaje a la Virgen del Carmen.

El mar no es solo lugar de vacaciones y descanso, sino, sobre todo, es el escenario cotidiano de muchas personas que viven de él, marinos, pescadores que en él faenan, se afanan, se arriesgan, luchan. Ese inmenso azul supone una forma de vida, ardua y difícil, para muchos pueblos de nuestro litoral.

La fiesta

La celebración de la fiesta de la Virgen del Carmen suele estar estrechamente vinculada a la mar y su gente y a la actividad pesquera de las poblaciones marineras, en donde por siglos ha sido una de las actividades económicas más significativa y cuya cultura del trabajo ha modelado las formas de vidas de estas comunidades del litoral andaluz. Se celebran procesiones marítimas (con el fin de bendecir las aguas del mar solicitando ayuda a la dura vida de los pescadores y para propiciar abundantes capturas), procesiones terrestres, barcos engalanados, pescadores como protagonistas, verbenas, juegos y espectáculos luminosos y taurinos (Grazalema).

Las gentes de mar se encomiendan a la Virgen del Carmen para que la pesca sea buena, para que el tiempo sea claro, para superar los peligros. Esta gente de mar, agradecida y devota rinde culto a su Patrona, portando su imagen en una procesión, una romería marítima, como manda la tradición marinera. Amanece el día 16 de Julio oliendo a mar, a flores, a devoción y gratitud, a alegría. La imagen de la Virgen es llevada por porteadores que se van metiendo descalzos en el mar, cantando la Salve marinera. Levantan la imagen y la suben a un barco.

La Virgen Del Carmen continúa en procesión por el mar, cientos de barcos engalanados para la ocasión y repletos de marineros vienen a recibirla haciendo sonar sus sirenas. De vuelta a puerto la imagen sigue paseándose entre su gente. En este ambiente de alegría y festividad los fuegos artificiales acompañan a la Virgen. La belleza y el colorido de la fiesta, la procesión de la imagen de la Virgen por el mar, el canto de la Salve marinera y la alegría que todo lo inunda, es la expresión de la Fe, religiosidad y cultura de nuestras gentes marineras.

Merece la pena visitar municipios como Zahara de los Atunes, Barbate, Chiclana, Chipiona o El Puerto de Santa María, en Cádiz. O Estepona, Rincón de la Victoria, Torremolinos o Teba en Málaga. También se celebra en Almería, en las localidades de Bentarique, Zurgena o Los Gallardos; en Huelva en los pueblos de Isla Cristina, Punta Umbría y Galaorza; y en Granada, en Benalúa.
Esta festividad también de goza de especial tradición en localidades del interior de provincias de Sevilla y Córdoba.

Hacemos una parada en la localidad gaditana de Barbate donde el mar supone una forma de vida para la mayor parte del pueblo. Por eso aquí la celebración de la Fiesta de la Virgen del Carmen tiene un sabor propio. Su origen está en una velada en honor a la patrona, que con el paso de los años ha ido cobrando más importancia.

Destaca la llamada procesión marítima, que consiste en llevar la imagen de la Virgen por el mar en un barco que cada año se elige por sorteo, y a la que siguen los marineros de la tierra con cientos de barcas tocando sus bocinas. El objetivo de esta procesión es bendecir las aguas para que la campaña de pesca sea fructífera.